Tu cuerpo es mi refugio una noche llena de estrellas el silbato de un tren que arrasa y mi corazón eleva su ritmo y me vuelvo brasa para quemar tu piel porque amo la huella que dejo en ti.
I La realidad es vivir/bramar como el aguacero,cantar como el pájaro,/entre la cruel maraña de espinas./Si hay noche, frío o tormenta,/el corazón se entregará al canto.../Vivo cambiante y rumoroso,/sin olvidar el trozo de mar, de pájaro en la boca, que me hace temblar o reír junto a las barcas. R. Armijo