I Piensa que no hay otro paraíso atraviesa las nubes color naranja entierra las horas fúnebres con el silencio más fino dibuja tu rostro sobre el papel de un sol distinto aprende a leer en tus ojos la soledad y el miedo traduce desde tus labios el sabor de los inviernos inventa, corre, llora, habla camina. II Las señoritas jamás pidieron una carta con veneno jamás pensaron que la serpiente triste las asfixiaría jamás creyeron que serían sus propias madres y mucho menos, que caerían en el polvo. De pequeñas soñaban con caballos de madera y con tijeras con algodones de azúcar y caramelos con la danza donde no había serpiente con el abrazo donde no había fuego con el beso soñado, los ojos abiertos pero ninguna soñó con un puñal ninguna se imaginó con el grito desesperado ninguna creyó que debía pedir permiso para ver el arcoíris. III Juegan los niños en el patio de la casa juegan a la gallina ciega. Inventan los niñ
I La realidad es vivir/bramar como el aguacero,cantar como el pájaro,/entre la cruel maraña de espinas./Si hay noche, frío o tormenta,/el corazón se entregará al canto.../Vivo cambiante y rumoroso,/sin olvidar el trozo de mar, de pájaro en la boca, que me hace temblar o reír junto a las barcas. R. Armijo