He amado como solo los reptiles lo hacen
(Esto ya lo dije con redundancia y exceso de mentiras)
Nunca me han amado como un reptil. Yo no tengo esa virtud. Soy, más bien, escombros de una mujer poco agraciada. No soy se
xy, odio eso.
Nunca he pretendido poseer nada ni a nadie. Me duele el alma y soy tan ridícula enamorada.
Pero todo es absurdo. Pero todo se va por el agua negra o al basurero. Quemo los poemas que escribí en estado de perturbación o porque creí amaba.
Todo es comercial. Somos cobardes. Y odio eso. Odio me consideren frágil. Así como ese imbécil de Hugo que me dejó por mi mejor amiga. O como el energúmeno de un fulano que me cortó con una excusa barata.
No voy a cambiar jamás.
Pero yo no creo en la fidelidad. No espero eso. Me aburre creer que nos aman a perpetuidad. Creo en la libertad.
La vida es un terrible juego de ver quién es más fuerte, más mentiroso...y yo no quiero jugarlo. Solo quiero locura y amor.
Tercera declaración de mujer, no mujer.