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Mostrando entradas de 2017

La Chacra

                                                                               a    Christian Poveda                                                                               Escrito en la Chacra a finales del 2009 I Dicen que la lluvia amarró a los perros locos y los dejó mudos por centenares después de la guerra y antes del parto bicéfalo de las mujeres de mayo. También dicen que los genios del viento saludan con siemprevivas a los muros de tierra  que esconden pájaros antiguos. Yo creo que la lluvia está a nuestro favor, aunque a veces me engañan las habladurías pero una tarde de tormenta revela muchas certezas. II Entro al mundo de los muros. Tres hombres me regalan sus ojos ácidos. Una mujer golpea a su hijo en la cabeza. Miro las colinas silenciosas una gota de sangre me ayuda a entrar en la paranoia de esperar el gesto más rabioso, en el odio de ignorarnos perpetuamente. La pandilla saluda con sus mejores hijos, cada uno cubre las esquinas de este barrio y

De Rota

Tú, que en el corazón de las muchachas enciendes El culto por las llagas y el amor a los harapos                   ¡Oh Satán, ten piedad de mi enorme miseria!  Charles Baudelaire Llagas Apenas empieza la lluvia emerge del miedo un suicida que viene rodando desde mi corazón. Como una bola sucia que alguien tiró  una mañana; y luego olvidó llamar al animal que debía recogerla. Rayos, tormentas de infierno, ecos y colores de tempestad  que muerden mi boca, cuando el recuento de sombras  se vuelve un estallido  del destino sin tu cuerpo.  Me tiendo sobre el piso  y espero ver por entre las ventanas  una mano gris que me diga adiós: nunca aparece. No sé quién soy, quizás una rabia olvidada o un perro que olvida. Adentro  Las curiosas entrañas de la malabarista que soy se huelgan en su sorna, porque lloro por una espalda anidada en mis uñas como sed. Poemas  Materias muertas sobre la lágrima, l

Conversaciones normales

Sertralina Miro a través de la locura y muevo mis agujas Soy un reloj que siempre tiñe el tiempo Con una voz salobre y una campana que emite  un  siniestro número sobre la noche. Normalidad Eras tan normal Y tu boca tenía la complicidad animosa de la melancolía como una mariposa entrando en mi juego Cansada de olvidar Pensé  que tus manos eran un dulce aroma para mis males del sueño Y fue todo como  enumerar  las palabras para no parecer inexactos Inexpertos en  el soborno de la tarde que nos invita a ser nubes. Eras tan normal, Que soñé, Podrías llegar a la dialéctica o a la revolución  tan transitoria Que exige un amor más inoportuno. Pero tenías  los dedos muy grandes y el corazón demasiado pequeño. Miento, el corazón demasiado iluminado por un amor normal Como el café que dejé esta tarde a medio tomar porque tenía demasiada azúcar. Tímidos Me gusta ese muchacho que parece un futbolista tímido Pero tiene una concepción muy estúpida de

Poemas de "Novena". Flauta de los Pétalos 2016

A Soledad, Antonieta y Carolina por su paciencia. “Señor La jaula se ha vuelto pájaro y se ha volado y mi corazón está loco porque aúlla a la muerte y sonríe detrás del viento a mis delirios” Alejandra Pizarnik I Desde todas la muertes una mano extendida sobre la piel aúlla como mi sombra. Descubro, a pesar del frío, la caricia y el vuelo sobre los nudos de mi libertad. Me viste el ruido de las edades me viste la canción trémula de los años me viste el amor que regalo en flores nocturnas, me viste todo lo que vuela y cae siempre por la atracción secreta del fuego. II He regalado mi dentadura mis besos mortales mis cabellos enredados y con olor a humo mis manos indiscretas y mi poca seriedad a la colección de horas sobre tristes calendarios. He escrito muchas canciones poemas, cartas, cuentos y debajo de la piel también escribo, a veces con la angustia de la certeza sobre la duda. Así, irracional o libélula me he cansado

Poemas de "Acoíris ayer"

I Piensa que no hay otro paraíso atraviesa las nubes color naranja entierra las horas fúnebres con el silencio más fino dibuja tu rostro sobre el papel de un sol distinto aprende a leer en tus ojos la soledad y el miedo traduce desde tus labios el sabor de los inviernos inventa, corre, llora, habla camina. II Las señoritas jamás pidieron una carta con veneno jamás pensaron que la serpiente triste las asfixiaría jamás creyeron que serían sus propias madres y mucho menos, que caerían en el polvo. De pequeñas soñaban con caballos de madera y con tijeras con algodones de azúcar y caramelos con la danza donde no había serpiente con el abrazo donde no había fuego con el beso soñado, los ojos abiertos pero ninguna soñó con un puñal ninguna se imaginó con el grito desesperado ninguna creyó que debía pedir permiso para ver el arcoíris. III Juegan los niños en el patio de la casa juegan a la gallina ciega. Inventan los niñ

Poesía

Historia del sudor I Tengo dos pulmones que se agotan salto al día como un huevo. El deseo es una náusea. II La piel es papel que se acaba se desgasta de escribir por vos tantas mentiras. III Una hora tiene sus funerales hay algunas muecas de llanto un adiós sordo y pluvial. IV Enumeración de vocativos, alcantarillas, autobuses, anteojos, vino en la cartera, cartas sucias y limpias para la colección de las horas, llaves, calendarios, libros de la Generación del 27. Razón. V El sudor es un poema en tus cartas; está en la espera loca de estos silencios que llueven tu perfume, en el suicidio que hago de tus voces sobre mis libros, en la necesidad niña de olvidar la luna con tu rostro. VI Y seguís hasta la hora del sol último, siendo la pupila por donde conocí el universo y sus bestias, mi violencia que descubrí en vos y en la danza de los rencores. Pero como todo es un proceso de aterrizajes y martirios; aquí me despido mi niño loco purísimo.