A usted Los hombres equivocados juran tormentas. Abrazan peces invisibles en mentiras sublimes. Hieren con las hojas de cartas que nunca envían. Muerden la nostalgia de los relojes cansados y son erráticos en todo, menos en la noria dan vueltas sobre el mismo punto de sus ancestros. Jamás reconocen su vacío, su sed o su hambre les abrazas y te queman con ternura, te aúllan te idolatran cual flor de loto pero los pierdes, se enfrían, te regalan té te regalan flores inútiles, te dicen otra clase de mentiras similares a una excusa dada a la asistente de un médico te regalan rosas que un perro terminará destrozando te ven a lo...
I La realidad es vivir/bramar como el aguacero,cantar como el pájaro,/entre la cruel maraña de espinas./Si hay noche, frío o tormenta,/el corazón se entregará al canto.../Vivo cambiante y rumoroso,/sin olvidar el trozo de mar, de pájaro en la boca, que me hace temblar o reír junto a las barcas. R. Armijo